La Terapia Asistida con Perros (TAP) es un tipo de tratamiento terapéutico consistente en un perro que cumple con determinado temperamento y adiestramiento ayude a progresar en el tratamiento del paciente.
La finalidad concreta es fomentar la mejora tanto física, social, emocional y/o cognitiva en los seres humanos, proporcionado un soporte emocional a niños, jóvenes, adultos y ancianos que están aislados físicamente, deprimidos, inseguros, o que sufran ciertos trastornos emocionales o discapacidades.
Son muchas las investigaciones y los experimentos que demuestran que trabajar con un animal en nuestro caso con un perro nos aporta grandes beneficios, estando demostrado que después de una sesión de terapia con un perro de alrededor 20 minutos disminuye las hormonas cortisol, adrenalina y aldosterona, que son las responsables del estrés, aumentando a su vez las hormonas de oxitocina, dopamina y endorfinas, que son las responsables del bienestar.
Es importante mencionar que esta terapia no puede ser única, o sea que se utiliza como complemento de una terapia clínica y es vital saber que esta debe realizarse siempre dirigida por un profesional de la salud, quien deberá estudiar el caso en concreto y adoptará las medidas específicas a las necesidades de cada paciente.